
Qué importante es comenzar a dejar de idealizar las relaciones, la amistad y el amor, pero todavía lo es más, hacerlo desde niños porque aquello que aprendemos y establecemos como nuestro sistema de creencias desde la infancia condiciona, especialmente, nuestra forma de comprender y relacionarnos con nosotros mismos y con el mundo.
Qué flaco favor nos siguen haciendo, en este sentido, las películas y series que nos atraen y enganchan a esas relaciones idílicas de amor o de amistad que parecen perpetuarse para toda la vida, sin tener en cuenta ningún otro factor más que ese pacto que en un momento determinado y ante unas condiciones favorables para ambos les unió.
Pero, realmente, creo que no existen relaciones perfectas, amistades perfectas, ni amores perfectos porque todos, absolutamente todos, somos diferentes y perfectamente imperfectos. Y es en ese ejercicio diario de conocimiento, reflexión, aceptación y convivencia, con nuestras luces y sombras, donde radica la verdadera magia y el valor de las relaciones, las amistades y el amor, en el preciso instante en el que comprendemos que realmente son verdaderas oportunidades de aprendizaje, satisfacción, autoconocimiento y crecimiento personal.
Lo cual nos ayudaría a comprender las relaciones como un proceso natural, inestable y que está en constante cambio, ya que las personas se van y llegan a nuestra vida como resultado del cambio y evolución de cada uno de nosotros (intereses, motivaciones, objetivos, hábitos…), y no como consecuencia de ser mejor o peor persona o haber sido lo suficientemente valioso o capaz para alguien.
Me gusta pensar esa idea que leí hace tiempo en algún lugar que compara cada una de nuestras vidas con un pequeño escenario en el que van entrando y saliendo personajes que elegimos de forma consciente o inconsciente para formar parte de la película de nuestra vida, sin saber la importancia del papel que les otorgaremos, si ese papel cambiará, lo que debemos aprender de ella y, ni siquiera, el tiempo de duración que le daremos. Aunque, a la vez, me resulta curioso reflexionar sobre cómo podemos elegir personas que llevan toda la vida con nosotros sin aportarnos nada y como otras, con muy poco tiempo, pueden hacernos cambiarlo todo. A eso se le llama una actuación estelar digna de un Óscar, ¿verdad?
No cabe duda, que para que las relaciones funcionen necesitan ser cuidadas, esfuerzo y dedicación, pero también de distancia cuando, a pesar de ello, no funcionan y, lejos de aportar, ayudarnos a crecer y disfrutar, nos resta, genera problemas y malestar.
Cuántas veces escuchamos cosas como: «con lo bien que se llevaban y de la noche a la mañana han dejado de quedar»
Entonces cada parte, casi inconscientemente, se pone a la defensiva, culpabilizando y criticando ciertos comportamientos o hábitos que ha podido cambiar la otra parte, pero realmente, nadie es mejor o peor, sencillamente han cambiado, sus caminos se distancian y lo natural debería ser aceptarlo, comprenderlo y, con respeto, desear al otro lo mejor para continuar adelante porque, indudablemente y de forma natural, otras personas llegarán a sus vidas para continuar experimentando, aprendiendo y tratando de disfrutar lo mejor posible ese camino tan complejo e intenso que es LA VIDA. Y quién sabe, quizá nuestros hábitos, intereses, motivaciones, valores u objetivos vuelvan a acercarnos y nos reencuentren de un modo constructivo, sin forzarlo y para aportar nuevamente en ambas direcciones.
En definitiva, las relaciones, la amistad y el amor son complejos y llenos de momentos positivos y negativos, pero si desde pequeñitos aprendemos a no idealizarlos y a vivir el cambio de forma natural y constructiva, la sensación de ganar tenderá a prevalecer sobre la de perder a pesar, incluso, de que lo vivido no haya sido, precisamente, agradable ni tenga que ver con el final de una película romántica de Hollywood.
No olvides que «hay más peces en el mar», que es necesario normalizar y aceptar que las personas entrarán y se irán del escenario de tu vida de forma natural y por diferentes razones y es tu responsabilidad encontrar y cuidar aquellos que te aporten, que les aportes y te ayuden a disfrutar, brillar y ser, simplemente, tú.
Gracias por leer y compartir. Si te apetece dar tu opinión, ¡adelante!

Cuanta verdad en este artículo❤️
Gracias, Giovanna. Gracias por leerme y por dejar tu opinión. Espero que estés muy bien.